Alfa Inmobiliaria ha alcanzado las 130 agencias inmobiliarias operativas, 23 más que las que tenía hace tan solo un año. Y prevé también concluir el ejercicio con un 15% más de operaciones realizadas que durante 2014. Dos señales claras de que el mercado se encuentra en clara fase de recuperación.
“No obstante, afirma Jesús Duque, vicepresidente de la compañía, hemos aprendido muchas lecciones del pasado”. Para el directivo, una de las claves del futuro de este negocio es aceptar exclusivamente a franquiciados que disfruten con este negocio y sepan hacerlo rentable, de forma que solo permanezcan los mejores. La segunda, apostar por la franquicia como fórmula ideal para este sector.
¿Cómo conseguir atraer y mantener solo a los mejores?
Duque lo tiene claro. En alfa Inmobiliaria hemos reducido al máximo la inversión necesaria para adherirse a la red. La compañía cuenta con un plan compuesto por dos fases. En la primera, el franquiciado abona solo la cantidad de 2.000 €. A cambio recibe toda la formación y el saber hacer acumulado por la red en 18 años, aprende las distintas técnicas inmobiliarias que le permitirán captar propiedades y clientes, y puede empezar a operar con la bolsa inmobiliaria de la red, con más de 35.000 viviendas tanto en venta como en alquiler. En esta primera fase se anima al futuro franquiciado a operar desde un despacho profesional.
Solo si supera con éxito esta primera fase, de 6 meses de duración aproximada, el potencial franquiciado es animado a abordar la inversión de alquilar un local, adecuarlo para la actividad, y contratar a un equipo de comerciales que le ayuden en la gestión comercial. “En total, afirma Duque, una inversión de aproximadamente 6.000 euros, que el franquiciado realizará solo si ha constatado que esta es una actividad en la que puede desarrollarse profesionalmente con éxito.
La franquicia, la fórmula de expansión ideal para el sector inmobiliario:
Desde el punto de vista económico en Alfa Inmobiliaria han hecho números y sale más económico su franquicia que abrir por cuenta propia, “solamente con el ahorro en coste de los acuerdos de publicidad salen los números y el resto es gratis”, afirma rotundamente Duque. Dejando de lado el alquiler, el equipo material de trabajo y la puesta a punto de la oficina, el emprendedor necesitará darse de alta en todos los portales inmobiliarios a precio de particular, adquirir toda la formación que de otro modo recibe un pocas semanas, crear su propia bolsa inmobiliaria –que puede llegar a suponer la contratación de 3 ó 4 comerciales desde el primer día de actividad, conectar con distintas agencias inmobiliarias con las que poder llegar a realizar operaciones compartidas, etc. En suma, un coste que puede eliminar asociándose a cualquiera de las redes inmobiliarias que operan en el sector.
“El sector, afirma Jesús Duque, vicepresidente de la cadena está en plena ebullición”. De las 50 marcas con las que contábamos en 2007 hoy solo quedan operativas algo menos de la mitad. De ellas 10 ó 12 son las que mejor estábamos preparados para superar esta crisis y nos hemos mantenido. Las otras 10 ó 12 restantes son nuevos modelos de negocio que han surgido recientemente aprovechando nichos de mercado aún no ocupados”.
Nuestra recomendación al futuro inversor, es que analice las distintas opciones de negocio en el sector inmobiliario, y estudie las ventajas de adherirse a una red de la que podrá obtener un amplio soporte.
“El sector ha cambiado. Pero lo que ha impulsado el cambio no ha sido la crisis si no la globalización y hoy en día es difícilmente entendible una agencia inmobiliaria independiente y además sale más caro”, concluye.